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miércoles, 14 de septiembre de 2005

SOMBRA NEGRA.


Inmiscuida en la flor mas marchita entre todas
ronda un principe ocultado de negro,
más su sombra no tiene cabida en su ser,
desvanece cual existir de los ojos mortales.
Mirada penetrante y lucesitas llenas de
un verde intenso,
pensaba y miraba en el fondo de mi cabida existente
que jamás había observado unos ojos tan bellos,
que hizo pasearme por aquellos
más reconditos de mis pensamientos.

Yo estaba fría, helada,
tomada por sorpresa en minuto
anhelaba solo poder tocar
y comprobar cual piel, ojos, mirada
tan sútil y elegante
eran ciertas.
Si podía haber cual humano
me pudiese tener pasmada,
quieta por aquél hombre tan intrigante.

No dejaría marcharse,
pues todo no acaba aquí,
decidida emprendí un vuelo
en el cual no dejaría escapar
a aquel caballero de negro
sin rumbo ni destino,
solo el cual estaba unido conmigo.

Pasaron tantos años
desde aquella experiencia,
miro hacia un lado mío..
Y ya no veo a nadie,
cual hombre misterioso se había marchado;
quizás mis ojos no podían observarlo,
pero mi piel, mi boca y mis manos,
podían sentir tan cerca su huella en mi vida
que jamás para mi dejó de existir aquel hombre
que por una vez en mi vida dejé ir...

Sólo su rastro y un pedacito de olor.. Quedó aquí.