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miércoles, 4 de enero de 2006

¿sigo marchitándome?

Y cuando espero el atardecer,
y consigo un fúnebre manto de locuras...
Llamo al día para que llegue
y me saque de esta guerra
de caras sin rostros...
y manos sin dedos,
ya no sé descifrar
cuando estás
y no te veo...

Trasegando el púdico
olor a amor entre estas rosas..,
mareo mientras solo giras en mi cielo,
una nube cubriendo con mantos
el sol que por dormir está
bajo el mar nadando...

Delineando tu rostro
con mis dedos marchitos de agonía,
inasiblemente descubro tus labios,
sedientos de ser y sentimientos...
Bajo el mundo a mis pies y te los doy
en premio por mi vida...
Beso mi tierra con pasión cuando siento
que aún estamos vivos,
meláncolicamente agonizando en esta salida...
Sentados a la orilla de nuestras vidas...