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jueves, 12 de enero de 2006

CIEGOS.

No hay tiempo para amar,
ni sentir ni ahogar mis penas en ti...

No quieres ver lo que
con las manos puedes liberar...
Y en el cóncavo
de la risa mueres al
pensar que un día más se puede
soportar...

El hender
que da paso a tus emociones,
te escondes bajo la ribera
y el remanso inmóvil hace todo por ti...

Tiendes a dejar
lo que ya quieres atrás...
Te lo recuerdo y alzo
en mi frente
un letrero que dice, pasado...
Oportunidad, no dejes...
Aquí estaré siempre...

Un abrazo acaramelado
con brisa marina lo envuelvo,
tu cuerpo es mi abrigo,
y descalzos nuestros pies...
Buscan caminos soportando
la ilusoria corriente por detrás...

No temas nuestro escondite
preparado está..,
por siempre juntos el pasado
y el presente se realizan en
nuestras manos,
cicatrices de penas y ahogos de congoja...
cándidos estamos.

El marchito camino
no lo puedo leer...
Soy ciega por los ojos
y el alma...
Pero mi corazón dice,
tu me podrías guíar...
Eres mi bastón hacia una libertad,
salida detrás del oscuro féretro
en el cual vivo y gorjeo.

Sale, ve el sol
y su embace que acaricia mis labios,
puedo correr, saltar sobre el...
Bajo el, contigo y con él...
Pero no veo más que una oscuridad
en la luz...
La toco y rodeo, siento que viene...
Y cuando se va, no se detiene...

En momentos,
inasiblemente siento que
puedo esconder mis ojos de tu mirar;
y esa irrealidad que creía engañar,
se vuelve vida y por segundos
te puedo tocar...

No puedo caminar
por siempre rodeándome en aquella nube
y evito el olerte.., acariciarte en mi psique..
Tomar mis suspiros y tragarme mi no olvido..

Hasta el fin de nuestras
pensantes lógicas..,
exclavos seremos del andar,
de lejanías despiadadas al corazón,
un mar de secretos al yacer;
en tierra firme por siempre cantar...